domingo, 20 de octubre de 2013

Encuestas y la treinteañera democracia Argentina: ¿qué es lo que hay?

19 October 2013 at 17:14 

Las encuestas de M&F son las que dan los peores resultados para el kirchenismo. La encuestadora de Perfil que da cerca de 7 puntos de ventaja a Massa como acertó con las PASO parece más creíble hasta tanto aparezcan mas encuestas para establecer un consenso. 

Para Poliarquía la ventaja de Massa baja de 11 puntos a 7. Hay coincidencias y diferencias. Bastante para intuir como seguirá la serie de encuestas. 

Se está comentando interesadamente, como es usual, que en las elecciones se acentúa la tendencia marcada en las PASO. Como hay una sola experiencia a esta generalización no le veo andadura. Pero anotémosla como hipótesis a verificar. 

Aunque sea perogrullesco vale la pena tener en cuenta que todo gobierno del partido que fuere termina en algún momento. Hasta el PRI en Méjico fue reemplazado. También el granítico PC de la URSS entró en crisis terminal. Thatcher y Blair que parecían invulnerables perdieron poder y capacidad de persuasión. Seguramente Merkel, montada en su segunda re-elección en la pujante Alemania que hegemoniza Europa verá que el poder también a ella se le escurrirá por las manos. Todos tienen su Götterdämmerung. La única macana es que de la sublime música de Wagner está ausente. Pero hay un puñado de leitmotifs que paso a comentar. 

Este ciclo Kirchenista terminaría después de 12 años (al 2015) en forma que estimo será bastante ordenada con un Congreso casi seguramente controlado pero vaya a saber cuál será la disciplina de los bloques al votar en 2013, 14 y 15. Como buenos peronistas muchos migrarán hacia la tendencia predominante. 

Con todo un final así es un avance sobre los otros finales desde 1983. El único que entregó el poder en tiempo y forma fue Menem mal que les pese a los que ahora lo vilipendian pero en los 90 no decían ni pío. Hay que recordar que se las daba de peronista “pragmático” según me dijo charlando en Bonn, Alemania en 1990. 

Menem dejo sin embargo una crisis económica brutal. Kirchner dejo la casa en orden también pero a fines de una evaluación institucional ¿cuenta? Este orden que dejo Nestor y los cambios que, a no dudarlo sobrevivirán al 2015, pueden contar para el futuro. 

Cuando la Alianza demostró que no sabía gobernar la gente volvió al peronismo. Bueno, el que tenía a mano. O el que surgió de la confusa interna que permitió Duhalde. Si el gobierno electo en el 2015 no las tiene todas consigo puede pasar algo similar. De cualquier forma no creo que haya un gobierno de otro partido. 

El gobierno posterior a las elecciones del 2015 será el de de otra facción del peronismo. 

El radicalismo, aun en alianzas a las que Yrigoyen era alérgico, le falta hacer un mea culpa mas una buena limpieza de personal dirigente. Tiene el problema que es un partido notoriamente proclive al nepotismo y al amiguismo. El peronismo también pero cuando la cosa va mal se hacen purgas. Por ende el radicalismo no va para el 2015, salvo milagro. 

Creo que ya se puede decir que la Argentina es un país con un sistema de partido dominante o hegemónico que internamente determinó la sucesión a dedo en la mayoría de los casos y en otros pocos por internas como as que permitió Cafiero en 1988 y las elecciones como en el 2003 porque Duhalde no se animaba a largar una interna previa. 

Recuerdo que le comenté al Carlos Kunkel y al Canca (Juan Carlos Gullo) en el 2004 que en ese momento Kirchner estaba contento. Todo le iba bien. Pero cuando venga la crisis y va a venir, me atreví a advertir, si no tiene un partido armado ¿de dónde sacarán gente que los defienda? ¿De donde saldrán las ideas renovadoras? ¿Cómo se determinará la sucesión? 

Pase a saber lo nefasto que había sido la ausencia de un partido en 1955 y 1975/76 según me habían relatado los actores políticos de la época como Oscar Albrieu y Robledo, la respuesta fue la usual entre peronistas más ocupados en escalar en lo inmediato en vez de mirar hacia el largo plazo. 

Explicaron sus proyectos, cloacas en los cordones lejanos a Buenos Aires, y otros igualmente validos e inmediatos. 

Pasado el momento propicio ahora cunde el enojo y el desanimo. ¿Será demasiado tarde como en 1955 y 1975/76 para armar aquello que no se armó cuando la oportunidad política para crear un partido era más favorable? 

No se ha hecho mucho por reformar las instituciones políticas y las partidarias. Solo las PASO donde todavía hace falta ver una competencia como se debe entre tendencias distintas en los diversos partidos. 

Sin embargo, desde el punto de vista organizacional otra diferencia positiva con el 55 y el 75/76 es que se habría logrado incorporar a la militancia juvenil. No sé cómo será de sólida la militancia de la juventud. Solo si milita entre 2013 y 2015 se podrá decir que fue un cambio político estructural. 

Una constante observable en otros sistemas políticos, que si es válida, es que si se perfila una tendencia en las encuestas esta se acentúa en la elección. Por ende, si hay voto castigo o renuencia a votar por CFK porque hay enojo como dice Zuleta Puceiro, que no es de los analistas opuestos cerrilmente al kirchenismo, estimo que el resultado no va a ser favorable al kirchenismo. 

Si se conserva el quórum en Diputados el kirchenismo debería darse por contento. 

También es cierto que la influencia de los medios en otros países para determinar un resultado electoral no está probada. Por ende ¿por qué habría de funcionar en nuestro país? 

Sin embargo, todo el proceso visto desde la perspectiva de los que vimos y estudiamos el autoritarismo, vivimos el retorno a una democracia con peculiaridades cuando se vivía en los 60 y los 70 y se pensaba que el autoritarismo era una constante que volvía cada tanto, no es para nada negativo. 

Se demostró que la democracia argentina sabía sobreponerse a crisis económicas y no las hay más grandes que la del 2001-2002. 

La democracia es un eterno viaje esperanzado. Cada tanto hay una decepción pero sigue el viaje. La democracia se demuestra perfectible y que es el sistema de gobierno menos intolerable. 

Esa precariedad, que aún así ha demostrado que los retrocesos al autoritarismo no son factibles, exhibe también ejemplos de avances en lo institucional. 

Esto es el saldo enormemente positivo que puede mostrar la Argentina a 30 años del retorno a la democracia.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario